Yo soy quien te manda que tengas valor y fortaleza no tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9
Si se quitara la frase "yo estoy contigo" de la biblia, no tendríamos ni la mitad de las grandes proezas de los hombres de Dios que allí se narran. Fijémonos detenidamente en los relatos donde Dios comisiona a los suyos para cierta actividad o tarea, nos daremos cuenta, que el Señor no suele dar muchos detalles de las nuevas misiones que Él asigna. No explicaba lo que ocurriría paso a paso, ni como actuar cada vez.
Él esperaba simplemente que aquellos que trabajaban en sus asuntos confiaran en su divina sabiduría y propósito. Esa es la manera de Dios para que sea por fe y no por vista. Es cierto que no les decía mucho, pero tampoco les decía poco, les decía lo suficiente, lo que necesitaban con exactitud, sobre todo, les aseguraba que él estaría en cada tramo del camino, esto era lo que realmente necesitaban oír para llegar a hacer lo que hicieron.
Oímos frecuentemente que se necesitan muchas cosas para lograr ciertos desafíos espirituales, y no dudo que así sea, pero no retrasemos una conquista por la ausencia de condiciones, o la falta de recursos, si Dios ha dicho que estará a nuestro lado comencemos la tarea si saber como serán cumplidos los detalles, pero confiados del control de Dios. Si la gran promesa de Dios les sirvió a otras personas del pasado, nos servirá a nosotros en el presente y en el futuro. No queramos tener todas las partes del mapa del propósito de Dios, tan sólo lo que necesitamos, es dejarnos guiar por su autor, un "estoy contigo" de Dios vale más que las oportunidades, los recursos, el talento y el empeño en hacer algo.
Él, tal vez, no nos diga todo lo que queremos saber, porque la curiosidad es insaciable, avara de conocimiento, sin embargo, nos ha dicho lo que no puede faltar, la información que necesitamos oír por encima de todas: QUE ÉL ESTARÁ CON NOSOTROS, TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA, si verdaderamente lo conocemos, esta promesa bastará para tranquilizarnos, pues todas las otras provienen de esta fuente de seguridad eterna, no sabemos lo que nos deparará el mañana, lo que el futuro nos reserve, pero una cosa esta clara, Dios estará allí y con eso basta.